Las fiestas son actividades muy motivadoras para niñas y niños, y, además, contribuyen a desarrollar la
autoestima, fomentan la socialización, enseñan a trabajar en equipo y favorecen la integración.
Las celebraciones ofrecen muchas oportunidades de aprendizaje y con una buena planificación conseguiremos aprovechar todas sus posibilidades.
A continuación, voy a daros 7 consejos para que tu fiesta sea un éxito:
1. Amplía tus invitados.
Generalmente, tendemos a organizar la fiesta con un único grupo. ¿Te imaginas lo enriquecedora que puede ser tu fiesta invitando a otra clase, otra escuela o a la familia?
2. Haz que todo el mundo participe.
Nadie puede quedar excluido. Elige la temática de la fiesta con cautela, ten en cuenta las particularidades del grupo y dale un enfoque adecuado. Si en tu grupo existen varias religiones, centra tu fiesta de navidad en tradiciones: villancicos, comidas y dulces típicos
3. Limita el espacio y libéralo de trastos.
Puede celebrarse en la clase o en el comedor, la idea es que con un simple golpe de vista, podamos tener controlado al grupo. Necesitas un espacio libre que permita el movimiento y sin objetos que puedan romperse o estropearse para no tener que regañar continuamente.
4. Controla el tiempo.
El horario deberá estar fijado. Unas tres horas es suficiente para hacer diversas actividades sin que niños y niñas lleguen a cansarse o aburrirse.
5. Motiva a tus alumnos antes, durante y después de la fiesta.
- Antes: El festejo en sí ya es una acción motivadora, pero si además, involucramos al alumnado en la decoración del aula, aumentaremos sus ganas de participar. Por otro lado, al ver el resultado, sentirán orgullo y ganarán confianza y seguridad.
- Durante: Los disfraces suelen gustar mucho, aunque debemos respetar si alguien no quiere disfrazarse y no le obligaremos. No hace falta que sean caracterizaciones muy elaboradas, deben sentirse cómodos. Con un pequeño detalle, cambiarán el rol rápidamente. Por ejemplo, con una diadema de astas, podremos convertirles en renos. Su imaginación hará el resto.
- Después: Confecciona un mural que nos recuerde durante todo el curso lo bien que lo pasamos. Con ello, aprenderán a trabajar con una finalidad concreta, desarrollarán sus habilidades de manipulación, mejorarán la coordinación óculo-manual, trabajarán la atención y la capacidad para seguir directrices.
6. Maneja el ritmo de las actividades.
Comienza con un juego de movimiento como el escondite o el patio de mi casa, y a continuación propón una actividad que les devuelva a la calma como pintar sobre un mantel de papel o moldear con plastilina. Alterna las intensidades de las actividades y finaliza siempre con actividades de relajación. No plantees juegos competitivos, haremos las cosas entre todos, no unos contra otros.
7. Aprovecha para seguir trabajando las distintas formas de expresión.
Para favorecer el desarrollo del lenguaje verbal, podemos usar la técnica coral. Por ejemplo, tras contar un cuento, podemos formular preguntas y que respondan en coro. Así, los niños y niñas más aventajados, comenzarán las respuestas y el resto quedará arropado por quienes se han iniciado en el habla. Esta técnica estimula al alumnado a iniciarse en sus primeras palabras a través de la repetición y la imitación.
La expresión musical es esencial para cantar, seguir ritmos con el cuerpo, tocar instrumentos o no perder el paso en el baile.
La expresión corporal se puede trabajar a través de los ensayos y la puesta en escena de la función de Navidad o fin de curso.